Un día vi a un señorito
y una señorita,
iban muy aseados
e iban muy bien vestidos.
Eran gente respetable,
yo quería estar con ellos,
mezclarme.
Tengo la extraña sensación
de que no debo estar aquí,
soy un hombre ocupado
y tengo un bazar.
La gente me pide Fracs
y cosas que no vendo,
¿por qué?.
Prometo solemnemente que
no deshonraré a mi familia
ni a mis amigos drogadictos
que me escupen en la cara,
pero si me ofrecen estar
con señoritas y señoritos
lo dejo todo.
Y es así, y es así,
cuando debo resistir
mi fijación por los ceniceros
y los auriculares para móviles.
Y si alguien me pide dinero,
se lo daré
Estoy compartiendo piso
con un carterista,
tengo la sensación
de que me quiere
por mi colección
de carteras.
Y es así, y es así,
pero no puedo vivir
sin un señorito
con buena imagen
y una señorita con joyas,
así que por favor,
abrazadme.
Oscar Moro.
De "Señoritas y señoritos".
jueves, 17 de septiembre de 2009
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